sábado, 22 de agosto de 2009

Reseñas Hoi-Poi

Mucho tiempo sin escribir nada, muchos juegos jugados. Como de todos modos nunca me he caracterizado por los análisis concienzudos, se abre una temporada de reseñas en cápsulas. Mientras las ganas duren, claro. Hoy: tres juegos diferentes entre sí y de distintas plataformas. Si en algo se parecen es en usar los mitos como complemento más o menos integrado en la trama. Sin más dilación, hey ho, let's go:

- Folklore (PS3):

Probablemente uno de los juegos más anunciados antes del lanzamiento de la consola. Folklore es una especie de Action RPG, pero sin ser realmente un RPG, ya que los componentes roleros se reducen a subir niveles y poco más. La mecánica del juego consiste en recorrer mazmorras destruyendo criaturas y reclutándolas al estilo Shin Megami Tensei. Los combates son bastante divertidos, pero la fórmula se acaba haciendo un poco repetitiva. Para alargar la vida del juego tenemos unas cuantas misiones alternativas y por supuesto, el hacerte con todas las criaturas y evolucionarlas, cosa que estira el juego, que no es muy largo, hasta las treinta horas.

Como transición entre los 6 mundos donde transcurre la acción, tenemos el desarrollo de la trama en la aldea irlandesa de Doolin. La ambientación es lo mejor, aunque en estas partes sólo tenemos que ir de un lugar a otro para que avance la historia. Un escenario así, en otro estilo más cercano a la aventura gráfica podría haber dado mucho más juego. Lástima que los japoneses no sepan hacer aventuras gráficas.

Quede claro que no es un juego imprescindible. Ni para los amantes del rol, ni para los de la acción estilo Devil May Cry, ya que se queda a medias entre los dos. Lo mejor, sin duda, la ambientación y los diseños de criaturas.


- Secret Files: Tunguska (PC): Fríete un huevo para salvar el planeta.

Los comentarios de este juego que he leído estos días por la web sobre esta aventura gráfica son bastante generosos, tal vez por pertenecer a un género bastante maltratado, por lo menos cuando salió. Casi todos remiten a las aventuras de Lucasarts, cuando más bien se parece a los juegos de la saga Broken Sword.

Tunguska, es una aventura gráfica más, de la que sólo destacaría sus bonitos gráficos. Muy pocos puzzles me han convencido, y eso en un juego de estas características lo es todo. En cada nueva localización es muy difícil saber qué es lo que se supone que quieres hacer y tienes que ponerte a combinar objetos con el fin de hacer lo que el juego quiere que hagas. Hasta en juegos más absurdos como la saga Monkey Island podemos ir pensando sobre lo que podemos hacer para conseguir los objetivos. En Tunguska hay un momento que tenemos que coger una señal de tráfico para freir un pescado en ella, dársela a un borracho para que le pida al barman que le haga compañia y podamos robarle la llave. Son puzzles que no encajan mucho con el desarrollo del juego. Al final uno acaba tirando de la opción ensayo-error probando todas las combinaciones de items con todos los puntos calientes de la pantalla.

Me ha dejado bastante frio. Una buena aventura gráfica es la que te hace pensar antes de actuar. Los puzzles de Secret Files: Tunguska se basan en hacerte combinar objetos de maneras absurdas y confiar en que los resultados acabarán haciendo avanzar la historia.


-Eternal Darkness (Gamecube): el juego que te gasta bromas.

Un survival horror de culto para la consola que tal vez mejor relación cantidad-calidad tuvo en este género (los muy pocos que salieron son todos bastante reseñables). Este juego tiene un cierto culto, y de hecho es un juego con buenas ideas y divertido de jugar, pero que a la larga acaba haciendose reiterativo. En parte por su estructura de episodios, ya que controlamos hasta doce personajes diferentes, la mayoría de los cuales forman parte de relatos que la protagonista lee antes de adentrarse ella misma en las tinieblas.

El juego está clarísimamente inspirado en las historias de Lovecraft. Tanto, que incluyeron el efecto de la pérdida de cordura, lo que se ha convertido en la característica más peculiar del juego. Además de una barra de salud y otra de magia, los personajes también cuentan con otra de cordura que va disminuyendo a medida que te encuentras con monstruos. Los efectos de esto son ilusiones varias, que van desde las muy efectivas (los sollozos y gritos o las manchas de sangre que aparecen donde no deberían) hasta las que no pasan de jugarretas al jugador, que al principio resultan bastante originales, y que acaban viéndose de lejos (mensajes de mando desconectado, reseteo de la consola, etc).

El juego, si bien es entretenido y digno de colocarse en el panteón de survivals, acaba haciéndose demasiado largo, y aunque tiene capítulos muy distintos entre sí, algunos de ellos lo alargan innecesariamente.

2 comentarios:

Chibimogu dijo...

Solo he jugado al Eternal Darkness de estos que comentas y me pareció una maravilla. Alguna de las bromas me las llegué a creer, como cuando el personaje empieza a despedazarse mientras anda, pensaba que lo había flipado. Y la ambientación lovecarftiana con relatos en distintas épocas del mundo es impagable. Incluso sale un primo de Cthulu, ¿no? ¿O es ÉL?

vico dijo...

Desde luego lo mejor del juego eran esas jugarretas que te hacia la cordura. Tengo que reconocer que la primera vez que se apagó la pantalla y la tia se puso a gritar como loca me acojoné bastante xD