martes, 1 de julio de 2008

Shin Megami Tensei: Digital Devil Saga 1 y 2


a.k.a. Avatar Tuner
Japón, 2004-2005

En Japón, Shin Megami Tensei es la franquícia de rol más popular por detras de Dragon Quest y Final Fantasy (por ese orden). Desde hace poco más de un par de años hemos podido disfrutar poco a poco de sus juegos en ps2: Lucifer's Call, las dos entregas de Digital Devil Saga, el tal vez inferior Devil Summoner y, por último, Persona 3, del cual ya se prepara otra secuela para la misma consola.

Como la mayoría de sagas de RPG, no siguen una historia ni poseen unos personajes que permanezcan de una entrega a otra. Hay pocas ocasiones, como la que nos ocupa, que se continúe la historia de una manera tan clara. Sin embargo, siempre hay presente un mismo tema, el fin del mundo y el comienzo de una nueva realidad, donde los protagonistas tienen que luchar en un mundo post-apocalíptico e incluso pueden decidir la creación de un nuevo mundo. También suelen haber varias referencias a la política y la religión, ya sea cristiana, budista, hindú...

Las dos entregas de Digital Devil Saga son parte de una gran historia y a la vez son dos juegos diferentes, y el motivo va más allá de la simple multiplicación de beneficios. Nos encontramos con un punto de partida muy interesante, encarnamos a Serph, líder de un grupo de mercenarios llamado Embryon, una de las seis tribus que puebla un mundo devastado que conocemos como The Junkyard (el vertedero). En una más de sus trifulcas territoriales entre tribus, algo deslumbrante cae del cielo y de pronto todos los habitantes del vertedero adquieren la capacidad de transformarse en demonios, subir niveles y personalizar sus habilidades de combate. También desarrollan unas ansias incontrolables de devorar a sus rivales. Cuando se ha desvanecido el humo, los miembros del Embryon descubren que lo que ha caído del cielo es una chica de apariencia humana, Sera. Luego, en el cuartel, descubren que su presencia y su voz al cantar refrenan sus nuevos instintos y, más tarde, mientras va avanzando la trama, también descubren que comienzan a aflorar en ellos sentimientos humanos que antes no tenían, uno diferente
según el personaje, y también recuerdos de algo que podría ser una existencia anterior, y que se corresponde al mundo que como jugadores conocemos.

El vertedero parece estar regido por un edificio central en forma de torre (estos de Atlus tienen una fijación curiosa por los edificios de miles de pisos) en el que una especie de computadora central o deidad llamada Angel convoca a todas las tribus y les ordena luchar entre ellas y devorarse las unas a las otras hasta que sólo quede una, que alcanzará el Nirvana. Esta es la línea argumental central y en su final encontraremos la inflexión que dará comienzo a la segunda parte, donde la trama da un giro total. Tampoco conviene que destripe mucho del argumento
de la segunda parte, porque está ligado con el final de la primera, así que sólo diré que el Nirvana prometido en la primera parte es un juego totalmente distinto, excepto en su mecánica.

Digital Devil Saga nos cuenta una historia de mundos dentro de mundos, con un hilo narrativo adictivo y unos personajes muy especiales y bien desarrollados que hacen que te intereses por
ellos. Es una de las historias con más profundidad que podemos encontrar en un videojuego y por ello merece la pena recorrer ambas entregas.

La inconfundible jugabilidad de la saga está ahí: endiabladas mazmorras con trampas tales como puertas de una sola dirección, suelos que te envían al piso de abajo, y otros actos de sadismo por parte de los programadores. Y que conste que esto no es una queja, sino todo lo contrario, las mazmorras pican mucho y animan a no detenerse hasta completarlas hasta el último rincón. La mayoría de mapeados de la saga Shin Megami Tensei son dignos de recordar. Los combates son aleatorios y muy abundantes, pero como son muy dinámicos y no pierden el tiempo en
animaciones espectaculares no llegan a cansar. Además, su sistema basado en turnos que se ganan o se pierden en función de hacer ataques críticos y atacar a los puntos débiles los hace muy adictivos. Hay que planear bien las estrategias porque aquí no vale darle coger la opción de atacar contínuamente. Lo demás es ganar experiencia, subir niveles como un loco o adquirir nuevas habilidades mediante un sistema de mantras, que en la segunda parte incluso
mejora con algo parecido al sistema de esferas de Final Fantasy X, pero simplificado.

En la segunda parte se introducen nuevos elementos al sistema de combate, como un modo berserk que le añade interés a las batallas. El apartado artístico es impecable y tiene los rasgos distintivos de la saga. Los inconfundibles diseñor de Kazuma Kaneko y la banda sonora de Shoji Meguro convierten a los diferentes Shin Megami Tensei en obras de arte con personalidad propia.

Tal vez el juego está por debajo de SMT: Lucifer's Call, es algo más lineal y más límitado, pero cuenta con una historia y narración más sólida. Si Digital Devil Saga no es uno de los mejores juegos de rol de ps2, es porque antes ya existía SMT: Lucifer's Call.

8/10

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